La mejora en la eficiencia energética es un elemento esencial de la economía baja en carbono y es crucial para lograr la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel mundial requerida por el Acuerdo de París. Además de ser una forma eficaz de reducir dichas emisiones, la eficiencia energética reduce los costos operativos de las empresas y, como «inversión verde», puede estimular una recuperación económica sostenible. Sin embargo, a pesar de estos beneficios, algunos inversores continúan siendo reacios a participar en este mercado. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está ayudando a eliminar esos obstáculos, especialmente para las pequeñas empresas.

En 2014, el BID se asoció con el Gobierno danés para hacer frente a esas barreras. Juntos, desarrollaron el Modelo de Seguro de Ahorro de Energía (ESI por sus siglas en inglés) para aumentar las inversiones del sector privado y la participación en proyectos de eficiencia energética. El innovador modelo tiene como objetivo reducir los riesgos percibidos, especialmente entre las PyMEs. Con el modelo ESI, el ahorro energético del proyecto está garantizado por una póliza de seguro.

El modelo ESI es aplicable tanto a los proyectos de sustitución de equipos obsoletos (proyectos brownfield) como para instalaciones nuevas (proyectos greenfield). Los proyectos de generación distribuida, principalmente de generación de energía solar fotovoltaica, también son elegibles. En este caso, el seguro garantiza la energía generada.

Autores: Rodrigo Chaparro, Maria Netto, Livia Miethke.