Según un estudio de BID Invest, el financiamiento para la adaptación climática sólo representa el 7% de todo el financiamiento relacionado con el clima. Más aún, sólo cerca del 50% de las instituciones financieras de América Latina y el Caribe brindan productos y servicios verdes, muy por debajo del promedio del 95% de los bancos internacionales. Se estima que la región necesita hasta 18.100 millones de dólares más cada año para responder y prevenir pérdidas.

El documento describe las oportunidades para que empresas e inversores eviten los costos futuros relacionados con la reconstrucción de la infraestructura y la reducción de la producción agrícola derivada de los desastres naturales o el cambio climático. También presenta soluciones incluyendo desde tecnologías climáticamente inteligentes e infraestructura verde como restauraciones de manglares y corales hasta nuevos instrumentos como son los bonos de resiliencia.

Finalmente los autores concluyen que el financiamiento debe incrementarse en varios órdenes de magnitud, tanto de actores públicos como privados, para evitar los peores impactos del cambio climático. Si bien el apoyo internacional del sector público es crucial, el sector privado podría cerrar las brechas actuales de financiación de la adaptación centrándose en sectores como la agricultura, la infraestructura, el agua y la gestión del riesgo de desastres.