La filial argentina de la calificadora de riesgos Moody’s ha emitido un reporte en el cual analiza tendencias y oportunidades del mercado local de deuda sostenible.

Las colocaciones de emisiones sociales, verdes, sostenibles y vinculadas a la sostenibilidad (SVS y VS) ascendieron a cerca de 1.020 millones de dólares en el año 2023, a través de 17 emisores. Si bien ha marcado un fuerte crecimiento desde sus inicios en el año 2019, los instrumentos sostenibles aún representan sólo el 6,7% del total del mercado de deuda local, con un potencial de crecimiento moderado. Se destaca también el rol de la regulación para el desarrollo del mercado, como por ejemplo la Resolución General 963/2023 mediante la cual se incorporan valores negociables tales como: i) Bonos de Género; ii) Bonos Azules; iii) Bonos Naranjas; y iv) Bonos de Transición.

Las empresas generadoras de energías renovables son los principales emisores de instrumentos sostenibles en el mercado local, por el alineamiento natural de su modelo de negocios con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, en particular con ODS 7, (Energía asequible y no contaminante) y ODS 13 (Acción por el Clima). Sin embargo, en los últimos años se ha observado una mayor diversificación de sectores, como el agropecuario, soberanos/subsoberanos y asociaciones civiles. Los Obligaciones Negociables son el principal tipo de instrumento utilizado en el mercado local, seguido de Títulos Públicos, Letras del Tesoro, Fideicomisos Financieros y Fondos Comunes de Inversión Cerrados. La industria local de fondos comunes de inversión está aún en una fase inicial, representando menos del 1% de los activos bajo administración de la industria, según información a fines de abril 2024.

Los autores también destacan las oportunidades de financiamiento sostenible a partir de la utilización de tecnología para el monitoreo de métricas (KPIs), como por ejemplo la tecnología blockchain, que permite el seguimiento en tiempo real, corregir desvíos y garantizar la transparencia y veracidad de la información. Esto es especialmente relevante para compañías que se encuentran en la transición a modelos de negocio más sostenibles, al garantizar la trazabilidad de su cadena de valor y el cumplimiento de sus objetivos de sostenibilidad.