La necesidad de tener en cuenta las cuestiones relacionadas con el cambio climático en la prestación de servicios de infraestructura a través de las APP se origina en dos observaciones clave en el contexto de los países vulnerables al clima en América Latina y el Caribe: por un lado, estos países se enfrentan a muchos riesgos asociados al cambio climático, con su stock de infraestructura vulnerable a eventos de peligro como huracanes y deslizamientos de tierra, así como a cambios crónicos lentos como el aumento del nivel del mar y las perturbaciones en los patrones de temperatura y precipitaciones. Al mismo tiempo, Jamaica y muchos países como tales han tratado de desarrollar y construir sus infraestructuras con un mayor protagonismo del sector privado, desarrollando modelos de asociaciones público-privadas que están en constante evolución en la región. Al tratarse de relaciones contractuales de muy larga duración, el éxito de las APP depende en gran medida de una distribución precisa, sostenible y eficiente de los riesgos y beneficios entre las contrapartes pública y privada de la distribución del riesgo de la transacción, que puede verse perturbada de forma significativa por el cambio climático. Siguiendo la estructura típica de un proceso de APP, desde la identificación del proyecto hasta la gestión del contrato, pasando por el caso de negocio, la estructuración de la transacción y la gestión del contrato durante toda la vida del proyecto de APP. En cada fase, pueden surgir riesgos relacionados con el cambio climático, así como oportunidades para un diseño mejorado de infraestructura resiliente y/o más productivas, y sería importante para estos casos que tanto los riesgos como las oportunidades se consideren y se sigan en las diferentes fases de la transacción para garantizar, por ejemplo, que los aspectos críticos identificados en la fase de preparación del proyecto se incluyan luego en la preparación de los documentos de licitación y, además, informen los indicadores de rendimiento en la fase de gestión del contrato.

El conjunto de herramientas ha recogido varios instrumentos ya utilizados para abordar las cuestiones relacionadas con el cambio climático en el contexto de la producción de infraestructuras, aunque no siempre de forma sistemática, que podrían integrarse en el proceso de APP de forma más institucionalizada y estandarizada, identificando opciones para una aplicación de bajo costo y sin fisuras en un modelo de APP resiliente. La Caja de Herramientas, finalmente, debe ser considerada como un documento vivo; proporcionando una guía inicial a los profesionales que implementan proyectos de APP en la región, mientras que está abierta a mejoras y actualizaciones a medida que recopilamos evidencia sobre otros instrumentos que pueden ser utilizados para gestionar los riesgos del cambio climático y/o crear oportunidades de resiliencia para la infraestructura de América Latina y el Caribe.