El gobierno ecuatoriano anunció el canje de deuda por conservación de la naturaleza más grande del mundo y la más importante en la historia de la humanidad, el cual genera un ahorro de 1.100 millones de dólares en deuda para el país, con ello invertirá 450 millones para la protección de las Islas Galápagos.
Los recursos promoverán la resiliencia climática y apoyarán la pesca sostenible, dando un paso clave en la transición a una economía donde la diplomacia, la conservación y las finanzas avancen de la mano para generar bienestar.
Al completar la conversión de deuda por la naturaleza, Ecuador protege sus activos naturales irreemplazables, reduce la deuda pública, aumenta la estabilidad fiscal y crea oportunidades para satisfacer otras necesidades básicas como la atención médica y la educación.
Estos esfuerzos fortalecerán las áreas protegidas de Galápagos, es decir sus dos Reservas Marinas y el Parque Nacional, priorizando labores de monitoreo, control y patrullaje, lo que permitirá asegurar la integridad de los ecosistemas marinos claves del archipiélago, incluyendo especies migratorias en peligro crítico como los tiburones ballena y martillo, tortugas marinas, entre otros. Los recursos también apoyarán el trabajo de Ecuador para monitorear la salud de los océanos, promover la pesca sostenible y fortalecer la resiliencia climática.
Al respecto, la conservación deja de ser un tema aislado de un solo ministerio y se convierte en una acción global, coordinada y de cooperación de todos quienes habitamos el planeta azul, a la vez que fortalecer la gestión en la reserva marina y de las demás áreas protegidas garantiza que las nuevas generaciones puedan continuar disfrutando del ecosistema de este patrimonio de los ecuatorianos y de la humanidad.
Esta operación contó con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Financiera de Desarrollo de Estados Unidos (DFC, por sus siglas en inglés), que consiste en el otorgamiento de una garantía del BID de US$85 millones y de un seguro de riesgo político de DFC por US$656 millones a Ecuador para la compra de deuda pública existente en mejores términos.
Ecuador y el BID están abriendo camino con esta conversión de deuda por naturaleza. No sólo es esta la mayor operación de su tipo, sino que es la primera vez que una institución multilateral combina garantías con seguros de riesgo político para movilizar recursos de diferentes actores hacia la conservación.
Este tipo de operación permite a los países mejorar su gestión de la deuda, al tiempo que impulsa la inversión en sostenibilidad ambiental y biodiversidad. También marca un hito importante en la estrategia del BID de desplegar instrumentos de financiamiento innovadores con objeto de movilizar recursos para el desarrollo sostenible.