El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció en la COP 26 en Glasgow un plan para ampliar la reserva marítima de Galápagos. El mismo, por el momento, carece de estructura o modelo de monetización, pero el país aspira a alcanzar los 1.100 millones de dólares.
Ecuador busca financiación para su deuda, que asciende a 63.000 millones de dólares, y entre las alternativas se encuentra el canje en mercados internacionales con fondos verdes y organizaciones ambientales, de tal forma que se genere un ahorro en intereses, o en la deuda misma, a cambio de conservación. También baraja la solicitud a países desarrollados de la cesión de sus Derechos Especiales de Giros (DEG) del FMI, un activo financiero convertible en efectivo.
El país espera que el establecimiento de mecanismos de financiación a cambio de conservación ambiental sea posible, y con ello activar nuevos motores de desarrollo y contener su deuda. Otra idea es la de prestar servicios «ecosistémicos» al planeta, como la venta de «bonos» climáticos a países desarrollados que no puedan alcanzar sus objetivos de reducción de emisiones.