La reciente cumbre del G20 realizada en Nápoles, Italia, fue inicialmente considerada como un paso decisivo antes de la Conferencia de las Partes (COP 26) que se llevará a cabo en Glasgow en noviembre 2021. Sin embargo, la falta de acuerdo en un lenguaje común antes de noviembre probablemente sea considerado un revés para las expectativas de lograr un acuerdo significativo en Escocia.

En una reunión con los Ministros de Medio Ambiente y Energía de las naciones del G20, la Secretaria Ejecutiva de Cambio Climático de la ONU, Patricia Espinosa, pidió a los países que brinden el liderazgo necesario para lograr el objetivo central del Acuerdo de París sobre Cambio Climático, que consiste en mantener el aumento de la temperatura media mundial lo más cerca posible de 1,5°C. Teniendo en cuenta que el G20 se fundó con el objetivo de lograr la estabilidad económica mundial y el crecimiento sostenible, la ministra resalto: “El cambio climático es, sin excepción, perjudicial para ese objetivo. Por lo tanto, redunda en el mejor interés de todas las naciones del G20 aprovechar su diversidad colectiva para generar consenso y trabajar con una unidad de propósito para abordar el desafío más importante que se interpone en el camino de ese objetivo”.

Solo 97 países han presentado Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) actualizadas, que son planes nacionales de acción climática bajo el Acuerdo de París, menos de la mitad de todos los países signatarios del Acuerdo de París.

La Sra. Espinosa destacó el hecho de que los recursos para la adaptación y el desarrollo de la resiliencia son fundamentales para la gran mayoría de los países en desarrollo. Debido a esto, el 50 por ciento de la participación total del financiamiento climático debe asignarse a la adaptación y la resiliencia. Y solicitó a las naciones y empresas que alineen sus carteras y actividades con los objetivos del Acuerdo de París.

Por otro lado el ministro de Transición Ecológica de Italia, Roberto Cingolani, expresó que durante la cumbre no lograron llegar a un acuerdo sobre la redacción de los compromisos clave sobre el cambio climático. Los dos puntos en disputa durante las reuniones fueron: la eliminación gradual de la energía en base a carbón (que la mayoría de los países querían lograr para 2025, pero algunos dijeron que sería imposible para ellos), y la redacción relacionada al límite de entre 1,5 a 2 °C sobre los aumentos de temperatura global que se estableció en el Acuerdo de París de 2015. A pesar de los dos puntos de desacuerdo, Cingolani mencionó que el G20 había elaborado un comunicado de 58 puntos y que todos los países estaban de acuerdo en que la descarbonización era un objetivo necesario.

En referencia a la próxima COP26 en noviembre, la responsable de Cambio Climático de la ONU instó a los gobiernos a lograr un consenso en áreas donde persisten las diferencias, incluido el Artículo 6 del Acuerdo de París, la transparencia de la acción climática y la creación de capacidad para el desarrollo de los países. “Cada uno de estos problemas debe resolverse para implementar plenamente el Acuerdo de París. Llevamos cinco años trabajando para implementar el acuerdo. Se nos acabó el tiempo. (…) Les pido que vengan a la COP26 decididos a tener éxito”, dijo.

Antes de la COP 26, se esperaba que la reunión del G20 condujera a un fortalecimiento de los objetivos climáticos, nuevos compromisos sobre financiamiento climático y un aumento en los países que se comprometen a cero emisiones netas para 2050.

La urgencia de la acción climática ha cobrado mayor relevancia luego de las recientes inundaciones mortales en Europa, los incendios en los Estados Unidos y las temperaturas sofocantes en Siberia, pero los países siguen en desacuerdo sobre cómo introducir las costosas políticas para reducir el calentamiento global.