El Parlamento de la Unión Europea (UE) adoptó una posición sobre la propuesta de la Comisión para una nueva regulación relacionada a productos libres de deforestación, que obligaría a las empresas a verificar (mediante «diligencia debida») que los bienes vendidos en la UE no se hayan producido en tierras deforestadas o degradadas en cualquier lugar del mundo. Esto garantizaría a los consumidores que los productos que compran no contribuyen a la destrucción de los bosques, incluidos los bosques tropicales insustituibles, y por lo tanto reducen la contribución de la UE al cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Se estima que una superficie mayor que la UE se ha perdido debido a la deforestación entre los años 1990 y 2020, y que el consumo de la UE representa alrededor del 10 % de esas pérdidas.

El Parlamento también quiere ampliar el alcance agregando carne de cerdo, ovejas y cabras, aves, maíz, caucho, carbón y productos de papel impreso a los productos que están cubiertos por las nuevas reglas. Además, pretende que las instituciones financieras se encuentren sujetas a requisitos adicionales para garantizar que sus actividades no contribuyan a la deforestación. Por último, algunos miembros del Parlamento proponen que las empresas verifiquen que los bienes se produzcan de conformidad con las disposiciones legales internacionales sobre derechos humanos y respeten los derechos de los pueblos indígenas.