El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha publicado un nuevo informe sobre las trayectorias del sector transporte hacia el año 2050 en la región de América Latina y el Caribe (LAC), que analiza el estado del transporte como sujeto activo y pasivo del clima climático, identifica brechas respecto a los países que están a la vanguardia de la transformación del sector a nivel mundial, y propone recomendaciones de políticas basadas en las mejores prácticas de dichos países y en el concepto de “transición justa”, con el fin de construir una arquitectura institucional y de políticas aplicadas al transporte para acelerar el ritmo del cambio sistémico que el sector necesita para cumplir los objetivos internacionales.

El sector del transporte es la mayor fuente de emisiones de CO2 en la región de LAC, representando el 40% de las emisiones totales. El transporte terrestre por carretera representa el 92% del total de emisiones, la aviación nacional el 4%, el transporte marítimo nacional el 2% y el transporte ferroviario el 1%. Aunque el transporte se menciona en 19 de las 26 Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) de los países de LAC, sólo dos países establecen objetivos de reducción de emisiones.

Finalmente, los autores concluyen que promover una transformación sistémica del transporte puede generar nuevas fuentes de ingresos para la región en forma de producción de energía renovable para el transporte, posicionamiento estratégico en la reconfiguración de las redes globales de transporte, generación de empleos verdes en el marco de la  reconversión industrial, y atracción de inversiones y fondos internacionales para catalizar los cambios que requiere el sector en la lucha contra el cambio climático. La región de LAC necesita desplegar una batería de fondeo y mecanismos de financiamiento para garantizar los recursos necesarios para que el sector desarrolle sistemas de transporte eficientes, inclusivos y sostenibles.