A pesar de los importantes retos que supone la movilización de los recursos de los inversores hacia las inversiones en infraestructura sostenible en América Latina y el Caribe, existe una oportunidad de inversión en activos resilientes y con bajas emisiones de carbono que representa un paso fundamental hacia la recuperación económica sostenible de la presión financiera producto de la pandemia del COVID-19 y sus impactos en los sistemas sanitarios y económicos de la región.

La contribución de este documento es doble: intenta estimar y dimensionar una cartera ideal de inversión sostenible en toda la región generada por políticas que promueven las asociaciones público-privadas (APP) en los sectores del transporte y la energía. A continuación, identifica y detalla diferentes estrategias de inversión e instrumentos financieros a disposición de los inversores institucionales para invertir en la región, mitigando al mismo tiempo los riesgos que perciben y dificultan la movilización de sus recursos. Dichas estrategias analizadas en el documento incluyen: empresas conjuntas con contrapartes locales, inversiones directas y activas en los mercados nacionales, y/o acceso a los mercados a través de asociaciones con instituciones financieras de desarrollo.